 Barcelona, una gran capital con sus correspondientes problemas de tráfico pero a la vez con un clima relativamente suave, siempre ha sido una ciudad perfecta para elegir la moto o el scooter como vehículo para moverte por la urbe o para acceder desde el extrarradio.
Tanto es así que Barcelona es la ciudad con mayor número de motos en España, con 214.000 motocicletas censadas. Sin embargo, esta acumulación hace que también sea el lugar favorito para los ladrones de motos desde hace años.
Según los datos obtenidos por La Vanguardia, cada día se roban 9 motos de media, aunque se ha percibido un ligero descenso del 0,8% en lo que va de año respecto a 2015, un descenso que se espera también al acabar el año. En 2015 se robaron en Barcelona 3.296 motos y ciclomotores, unas 9 motos diarias, un poco más que en 2014 (3.324).
Por un lado, los ladrones más preocupantes son los de las bandas organizadas, tras los cuales hay un jugoso mercado de piezas. Actúan en una furgoneta en la que pueden meter hasta 6 y 8 motos. Las desplazan a almacenes donde las desguazan. Sus piezas se venden fácilmente por internet y las envían al extranjero, Marruecos o Europa del Este, por ejemplo.
Otro de los métodos que utilizan para darles salida a las motos robadas es troquelar el número de bastidor, clonarla y ponerla a la venta hasta un precio un 50% más bajo. También es habitual que utilicen la matrícula de una moto legal que haya tenido un siniestro y volver a ponerla en circulación, según han detectado las aseguradoras y las autoridades barcelonesas.
Entre las motos favoritas por los ‘amigos de lo ajeno’ están también las que más se venden porque hay más demanda de piezas. Por eso, el Honda SH 125 Scoopy tiene el dudoso honor de ser el scooter más robado en Barcelona. Le siguen el Yamaha TMAX 500 y el Honda Scoopy SH 300. En cuanto a las motocicletas, la Honda CBR600RR y la Kawasaki Z750 son algunos de los modelos que más son sustraídos.
A pesar de que existen estas bandas organizadas, sólo representan el 15% de los robos registrados en Barcelona. El 85% restante se debe a descuidos de los motoristas, ya que otro tipo de ladrones aprovechan lugares poco vigilados para robar la moto, realizar otro delito (robos comunes, tirones, alunizajes) y después abandonen el vehículo.
Gracias al buen hacer de las autoridades, casi la mitad de las motos robadas se recuperan después, algo en lo que ayudan por ejemplo sistemas de geolocalización del vehículo, los cuales además muchas veces son premiados por las aseguradoras con rebajas en el precio de la póliza.
Para evitar el robo de tu moto, sé precavido: aparca en un parking o en zonas iluminadas, concurridas y junto a otras motos y átala con una pitón o barras de bloqueo. Por supuesto, no hagas que este mercado negro siga creciendo y evita los talleres ilegales y desconfía de las gangas incomprensibles.
Fuente: Motorbikemag.es
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